¡Qué gozada! un tiempo excitante para descubrir muchas cosas, olvidarse de los madrugones y de la cartera, de las clases, del trabajo… ¡un inmenso recreo!
Y también un tiempo excelente para leer y satisfacer la curiosidad. Relajados, sin prisas y sin apremios, es como mejor se disfruta de los placeres de la lectura.
Si vais a salir de viaje además de poner a punto el coche, elegir ropa y calzado adecuados, incluir en la maleta lo imprescindible: cepillo de dientes, crema hidratante, cámara de fotos, no olvidéis unos cuantos libros que os ayudarán a pasar buenos ratos.
Al hilo de las actividades del verano surgen muchas posibilidades de lectura, individual y compartida, que harán más entretenidas y ricas las vacaciones:
— Consultar en los libros el itinerario del viaje, recorrer con el dedo y con la vista los múltiples caminos de un mapa o de una guía de carreteras.
— Informarse juntos sobre la localidad o el país que vais a visitar, callejear con un plano, comentar los folletos turísticos, consultar las guías de actividades.
—Que no falten en el equipaje las lecturas elegidas por cada miembro de la familia, tan personales y necesarias como la ropa interior. Que nadie piense que la lectura sólo es cosa de niños.
— Si metemos en la mochila una guía de árboles o de animales será más interesante nuestra estancia en el campo o el paseo por el bosque. También nos servirán para reconocer las variedades de plantas de los parques y jardines de nuestra ciudad.
— Es un buen momento para leer revistas, compartir la lectura del periódico y aprovechar para consultar la cartelera de cine.
—Comentar en voz alta lo más intrigante o llamativo del libro que estás leyendo, el gusto por la lectura es contagioso.
— También podemos darnos un tiempo para zambullirnos juntos en los mares de internet, informarnos de qué actividades o lugares interesantes hay en el sitio donde vamos a pasar las vacaciones.
— O para dejar que los más jóvenes de la casa hagan sus pinitos en la cocina a partir del libro de recetas fáciles y divertidas que sacaron en préstamo de la biblioteca.
—Por favor mayores, no plantéis el tiempo de lectura como un requisito previo a actividades interesantes: convertiríais en castigo un placer.
—Aprovechad la visita a un lugar nuevo para escribir a los abuelos o a los amigos. Un álbum de las vacaciones también es un buen pretexto para darle sentido a la escritura y comentar, de vuelta, los momentos mejores.
Dad una vuelta por la biblioteca de vuestro pueblo o de la localidad en la que paséis el verano. Descubriréis el atractivo mundo de los libros… para todos las estaciones, pero especialmente recomendados para el caluroso verano.
Centro Internacional del Libro Infantil y Juvenil.
Y también un tiempo excelente para leer y satisfacer la curiosidad. Relajados, sin prisas y sin apremios, es como mejor se disfruta de los placeres de la lectura.
Si vais a salir de viaje además de poner a punto el coche, elegir ropa y calzado adecuados, incluir en la maleta lo imprescindible: cepillo de dientes, crema hidratante, cámara de fotos, no olvidéis unos cuantos libros que os ayudarán a pasar buenos ratos.
Al hilo de las actividades del verano surgen muchas posibilidades de lectura, individual y compartida, que harán más entretenidas y ricas las vacaciones:
— Consultar en los libros el itinerario del viaje, recorrer con el dedo y con la vista los múltiples caminos de un mapa o de una guía de carreteras.
— Informarse juntos sobre la localidad o el país que vais a visitar, callejear con un plano, comentar los folletos turísticos, consultar las guías de actividades.
—Que no falten en el equipaje las lecturas elegidas por cada miembro de la familia, tan personales y necesarias como la ropa interior. Que nadie piense que la lectura sólo es cosa de niños.
— Si metemos en la mochila una guía de árboles o de animales será más interesante nuestra estancia en el campo o el paseo por el bosque. También nos servirán para reconocer las variedades de plantas de los parques y jardines de nuestra ciudad.
— Es un buen momento para leer revistas, compartir la lectura del periódico y aprovechar para consultar la cartelera de cine.
—Comentar en voz alta lo más intrigante o llamativo del libro que estás leyendo, el gusto por la lectura es contagioso.
— También podemos darnos un tiempo para zambullirnos juntos en los mares de internet, informarnos de qué actividades o lugares interesantes hay en el sitio donde vamos a pasar las vacaciones.
— O para dejar que los más jóvenes de la casa hagan sus pinitos en la cocina a partir del libro de recetas fáciles y divertidas que sacaron en préstamo de la biblioteca.
—Por favor mayores, no plantéis el tiempo de lectura como un requisito previo a actividades interesantes: convertiríais en castigo un placer.
—Aprovechad la visita a un lugar nuevo para escribir a los abuelos o a los amigos. Un álbum de las vacaciones también es un buen pretexto para darle sentido a la escritura y comentar, de vuelta, los momentos mejores.
Dad una vuelta por la biblioteca de vuestro pueblo o de la localidad en la que paséis el verano. Descubriréis el atractivo mundo de los libros… para todos las estaciones, pero especialmente recomendados para el caluroso verano.
Centro Internacional del Libro Infantil y Juvenil.
www.sol-e.com*
* El Servicio de Orientación de Lectura (SOL) es una página sobre lectura, con artículos, recomendaciones de libros para todas las edades e ideas interesantes.
** Ilustración de Isidro Ferrer
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